pertenecer

El sentimiento de pertenecia no encuentra mejor regocijo ni espacio físico que el corazón y la memoria.

Uno/a pertenece al barrio, a la escuela , a la cancha , al árbol en el que se trepó , al recorrido en ómnibus, a la playa mirada entre besos y abrazos,  a los salones de clases y a los salones de encuentros a un hogar con ideas y mate, pertenece al olor a tierra mojada de la calle  después de la lluvia, pertenece a los momentos y a la gente le pertenece el momento.
El corazón , si  el corazón, por donde uno vuelve a pasar, cada vez que  re-cuerda, que se encuentra en presencia, en palabra, en ideas y también se encuentra en la reivindicacion, y la apatía.
                                                                                                                                    a.g

 

Oda complicada a los rojos

                                  

   Celebro el rojo sangre hembra. Rojo boca con rouge
para matar cautos y dejarse matar por incautos.
Sangre que deshoja el estigma del himen, rojo rubí
oscuro para comerte mejor, lobo,
para dejarte en los huesos las impresiones labiales,
y arruinar la vida de la policía religiosa.
Celebro el rojo menstruo en el tintero. Y que viole
la ley hebrea de los días de peste,
gritando pasionarias.
Celebro la sangre fémina rojo semáforo de cruzar
desafiando a la muerte.
Pero también me gusta el rojo esputo de tísico que
mata al librero que censura con semen en furia la
escritura de ninfas,
y el rojo tisana de arpía, que la ahoga de odio
a sus sobrinas.
El rojo vicio que nunca podrá con el arsenal del rojo
sueño.